Riesgos de Soborno y Corrupcion

Riesgos de soborno y corrupción: 10 formas de proteger la organización

A pesar del endurecimiento de las leyes, los riesgos de soborno y corrupción continúan impactando a organizaciones en todos los niveles y naciones en todos los continentes. Pese a ello, cuando las organizaciones consideran riesgos de soborno y corrupción parecen limitarse a los obsequios, los gastos de representación y lo que sucede en países de alto riesgo. Es una mirada obtusa a un tema como la lucha contra el soborno que reviste la mayor importancia.   A pesar del endurecimiento de las leyes, los riesgos de soborno y corrupción continúan impactando a organizaciones en todos los niveles y naciones en todos los continentes. Pese a ello, cuando las organizaciones consideran riesgos de soborno y corrupción parecen limitarse a los obsequios, los gastos de representación y lo que sucede en países de alto riesgo. Es una mirada obtusa a un tema como la lucha contra el soborno que reviste la mayor importancia. No existen países o sectores inmunes a los riesgos de soborno y corrupción. Un ejemplo pueden ser Suecia y Dinamarca, que tradicionalmente están al inicio de la lista de países con menores indicadores de corrupción y, sin embargo, también han presenciado hechos al más alto nivel, en bancos y organizaciones de telecomunicaciones. Las organizaciones necesitan adoptar formas efectivas para protegerse de los riesgos de soborno y corrupción. Las diez que hoy recopilamos son buenas prácticas para asegurar la eficacia de los programas anticorrupción.  

Riesgos de soborno y corrupción – 10 formas de proteger a la organización

La concienciación de los empleados sobre la importancia de conocer, prevenir y tratar este tipo de amenazas es un buen comienzo. Pero la creación de una cultura anticorrupción requiere un mensaje claro y directo que venga desde el punto más alto de la organización. La Alta Dirección, los socios propietarios, el CEO o el Presidente deben dejar claro que no promueven ni toleran actos de corrupción, y que las personas que incurran en ellos enfrentarán duras sanciones, dentro y fuera de la organización. Así, tendremos el escenario propicio para implementar estas diez formas para proteger a la organización de los riesgos de soborno y corrupción:

1. Mantener políticas antisoborno y anticorrupción actualizadas

La mayoría de las organizaciones adoptan políticas antisoborno, pero la forma en que las implementan, actualizan y comunican marca la diferencia. Es importante mantener vigente el tema, y una forma de hacerlo es manteniendo los documentos importantes actualizados. La actualización, conduce a procesos subsiguientes de capacitación que se convierten en escenarios ideales para reforzar temas como los obsequios, la hospitalidad o la regulación vigente, entre otros.

2. Aplicar sanciones estrictas y recompensas proporcionadas

Los empleados deben comprender que habrá sanciones estrictas, que incluyen el despido y el enjuiciamiento. Pero también habrá premio para la denuncia oportuna y para el buen comportamiento. Las sanciones se aplicarán de forma estricta y se procederá a investigar ante la presencia de cualquier señal o sospecha.

3. Capacitar y formar a los empleados

La política, los controles y los procesos que la organización diseña e implementa para prevenir el soborno y la corrupción, deben ser conocidos y entendidos en todos los niveles. En este punto, un programa de capacitación antisoborno, constante y con contenidos diseñados de acuerdo con el contexto de la organización, resulta esencial. La capacitación ayuda a comprender lo que es aceptable y lo que no lo es, pero también a renovar los conocimientos y a comunicar novedades en cuanto a regulación o cambios en la política de la organización.

4. Prestar atención a las señales de advertencia

Hay muchas banderas rojas que indican la probabilidad de actos de corrupción y soborno. Los empleados que nunca toman vacaciones, los que gastan más de lo que ganan, los que tienen muchos problemas familiares o los que tienen dificultades para afrontar revisiones o auditorías, son indicadores de conductas irregulares. Estas banderas rojas no pueden ser ignoradas. Deben ser investigadas.

5. Efectuar la debida diligencia con todos los terceros

Las leyes y regulaciones antisoborno se aplican también a todos los terceros. Desde los empleados, hasta los socios, pasando por inversores, consultores, proveedores, contratistas y agentes o distribuidores, todos ellos son responsables de cumplir con las mismas leyes. Para garantizar el cumplimiento de todos, es preciso practicar la debida diligencia de terceros. Esto puede resultar especialmente dispendioso para organizaciones con un alto número de terceros, que no hayan iniciado procesos de transformación digital y automatización de Sistemas de Gestión. Las organizaciones que implementan la digitalización de sus Sistemas, tendrán una mayor oportunidad de prevenir los riesgos de corrupción, apoyadas por la tecnología.

6. Verificar que los obsequios y los gastos de patrocinio cumplan con los estándares

No es necesario prescindir de gastos como obsequios o patrocinios. Pero sí es preciso establecer criterios clave para su uso. Los valores y las circunstancias en los que se produzcan estos egresos, deben ser establecidos con base en directrices muy precisas, de tal forma que no se impida el objetivo por el que se producen estos gastos, pero tampoco se entre en el terreno del soborno, los pagos de facilitación o las comisiones no permitidas.

7. Promover y facilitar la denuncia

Los empleados y empleadas deben tener certeza sobre cómo efectuar una denuncia, cuándo hacerlo y qué hechos denunciar. Los canales de denuncia deben estar dispuestos, ser accesibles y su uso debe ser comunicado con la debida adecuación a los empleados. También es preciso que los empleados tengan claro que su trabajo no es investigar ni tomar acciones para detener a los infractores. Su única responsabilidad es informar y aportar la información que soliciten los investigadores.

8. Implementar controles adicionales para funcionarios públicos y para países de alto riesgo

Es claro que la relación con funcionarios gubernamentales requiere especial atención y controles efectivos. Igualmente, todo lo relacionado con países ubicados en regiones de alto riesgo, como África y América Latina. En este grupo también se ubican algunas organizaciones no gubernamentales y, por supuesto, los negocios vinculados susceptibles de presentar conflictos de interés.

9. Implementar principios y estándares que faciliten la gestión anticorrupción

ABAC –Anti-bribery and anti-corruption– es un programa diseñado para prevenir riesgos de soborno y corrupción, que incluye políticas y directrices para la supervisión y monitoreo de este tipo de amenazas. ISO 37001 es, por otra parte, el estándar de gestión anticorrupción con alcance internacional más utilizado en el mundo. Estas dos herramientas, y otras que pretendan los mismos objetivos, resultarán muy útiles en la prevención de los riesgos a los que hacemos referencia.

10. Obtener la certificación ISO 37001

Una cosa es implementar el sistema de gestión basado en la norma ISO 37001 y otra certificarlo. Obtener la certificación ISO 37001 envía un mensaje claro, de transparencia y honestidad, que llegará a clientes, inversores y todos los terceros que tengan la obligación o la necesidad de tratar con la organización. Una recomendación extra: la formación de los profesionales encargados de la gestión de riesgos de soborno y corrupción será sin duda un elementos más que contribuya al logro de los objetivos.